PREVENCIÓN Y REMEDIACIÓN

Prevención y remediación

Los niveles tóxicos de radón pueden prevenirse y/o mitigarse, en la mayor parte de los casos mediante técnicas sencillas y económicas. Geomnia proporciona asesoría especializada y diseño de soluciones constructivas tanto en edificios de nueva construcción como en aquellos casos de viviendas con alto contenido en radón que precisen la aplicación de técnicas de mitigación.

Para ello Geomnia cuenta con los especialistas con más amplia experiencia en este país en la aplicación de soluciones constructivas y de mitigación del gas radón, gracias a un acuerdo de cooperación con el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC).

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Prevención

Previamente a la construcción de un inmueble, Geomnia colabora en el diseño e implementación de las medidas preventivas adecuadas. Tras los resultados de las mediciones realizadas en el suelo y una vez caracterizado el riesgo de exposición al radón en un determinado solar, Geomnia proporciona información acerca del método de protección más adecuado que podrá así ser incluido en el proyecto constructivo.

Mitigación

Cuando los niveles de radón medidos en el interior de un edificio superan los niveles recomendados es necesario adoptar medidas de mitigación o remediación para obtener la calidad y salubridad del aire adecuada. Geomnia proporciona el asesoramiento preciso en el diseño e implementación de medidas correctoras eficaces para reducir las concentraciones de radón existentes, tanto en viviendas particulares como en oficinas y edificios públicos.

TÉCNICAS BÁSICAS DE MITIGACIÓN

Las soluciones que frenan o impiden la entrada o inmisión de gas radón al interior de una vivienda o edificio son múltiples. Hay que analizar en cada caso las soluciones más adecuadas. El contexto geológico y la categorización del riesgo de exhalación de radón en un solar, el grado de contaminación (en caso de viviendas ya construidas), la localización del edificio (sobre rasante o bajo rasante), tipo del edificio, distribución, y estado del edificio, son los principales factores a tener en cuenta a la hora de diseñar la/las soluciones de mitigación más apropiadas. Asimismo, las medidas de prevención a adoptar en el caso de una nueva edificación, difieren de las medidas de rehabilitación o correctoras que se podrán aplicar en una edificación ya construida.

Las principales soluciones de protección y mitigación frente a la entrada o inmisión de radón en una vivienda o edificio pueden dividirse en:

Mitigación barrera

Consiste en la instalación de membranas de material impermeable frente al paso de gas radón. Se deben instalar cubriendo todo el cerramiento del edificio en contacto con el terreno. Existen en el mercado muchos tipos y composiciones: polietilenos, PVC, cauchos, etc. También se emplean poliuretanos de aplicación líquida.

Mitigación extracción

Se basa en extraer o en presurizar el aire contenido en el terreno que se encuentra bajo la vivienda para evitar que el radón penetre en los edificios. Básicamente consiste en la instalación directamente en el terreno, ya sea bajo el edificio o bien en el terreno circundante, de cámaras, arquetas, tubos perforados o canalizaciones. Se acompaña de un sistema que genere la succión o bien la presurización del aire. Estos sistemas pueden activarse de modo natural o bien forzados, mediante bombas.

Mitigación ventilación

Se basa en el intercambio directo de aire con el exterior: salida de aire contaminado con radón y entrada de aire limpio del exterior. La ventilación se puede plantear principalmente de dos formas: ventilación de las estancias inferiores del edificio, en contacto con la solera (sótanos, garajes, etc.); ventilación directa de las estancias habitadas del edificio. Hoy en día existen diversos sistemas de ventilación que mantienen un aire saludable, intercambiando con el exterior sin pérdida de calor.